dimecres, 20 d’octubre del 2010

KAPUSCINSKI, Ryszard (2009). Los cínicos no sirven para este oficio. Barcelona: Anagrama



Los cínicos no sirven para este oficio: Sobre el buen periodismo fue escrito por el periodista, escritor e historiador polaco, Ryszard Kapuscinski, el año 2002. Kapuscinski (1932 – 2007) es contemporáneo, igual que sus obras. Otras publicaciones suyas son Cesarz (2004), El Sha (2007) o Ébano  (2008) en las que predomina una función ensayística,  periodística y de relato.


Los cínicos no sirven para este oficio, de género ensayístico, es un recopilatorio de tres textos conversados donde aparecen temas como el oficio y los valores del periodista, la realidad que ofrecen y que esconden los medios de comunicación, la guerra, el hambre, la miseria y “la diferencia que separa a la información de las historias verdaderas” (Pág. 98).

La obra está estructurada en tres partes que se corresponden a las tres entrevistas o conversaciones que se mencionan el libro.

  •  Ismael sigue navegando es la primera parte. Ésta recoge el encuentro en el que participó el periodista polaco durante el VI Congreso <<Redactor social>> (1999) donde la periodista y escritora, Maria Nadotti, la principal conductora del debate, y el público se dirigen a Kapuscinski con una serie de preguntas sobre la humanidad del periodista y la influencia de la comunicación de masas a partir de su experiencia. Aquí el periodista destaca dos elementos básicos sobre su oficio: la “disposición a aceptar el sacrificio de una parte de nosotros mismos” y el interés en “la constante profundización de nuestros conocimientos” (Pág. 32 y 33). Además, denuncia el uso de la información como un instrumento de lucha política interesada ya que, Kapuscinski entiende como “buen periodismo”  (Pág. 39) aquel que se ejerce con el deseo de conseguir cambiar el estado de las injusticias mediante la narración de los hechos y para ejercerlo “hay que ser un buen hombre, o una buena mujer (Pág. 38)” porqué es el único modo para comprender las situaciones ajenas, las que deberán ser transmitidas, además la labor del periodista no es sencilla en la mayoría de situaciones y “quien está dispuesto a dejarse la piel en ello, con riesgo y sufrimiento, no puede ser un cínico” (Pág. 53).

  • La obra prosigue con Explicar un continente: la historia de su desarrollo, una entrevista realizada por el periodista y fotógrafo, Andrea Semplici, en el mismo congreso que la anterior. Las preguntas de Semplici van dirigidas hacia la experiencia de Ryszard Kapuscinski en África. A lo largo de la entrevista Kapuscinski explica brevemente la antigua historia del continente. En ésta hace especial hincapié en las diferencias entre distintas regiones africanas durante su desarrollo histórico y así explica sus actuales divergencias. También denuncia la miseria en África, pero a su vez, menciona el anhelo de esperanza haciendo referencia a grades líderes que han marcado un camino repleto de ilusión en sus respectivos países.


  • Para finalizar, la tercera parte es El relato en un diente de ajo, un encuentro entre Ryszard Kapuscinski y el escritor y crítico de arte inglés, John Berger. Éste tuvo lugar en Milán, 1994 y Maria Nadotti intervino, de nuevo, como moderadora. Aquí Berger y Kapuscinski deliberan sobre la tergiversación de la información, es decir sobre la relación entre la realidad y su narración en los textos periodísticos. Paralelamente, la moderadora plantea dudas a ambos escritores sobre sus teorías en relación a sus experiencias que les hace aproximarse.


Para terminar, Los cínicos no sirven para este oficio es un libro de gran utilidad para todos aquellos que pretendan perfeccionar su labor como periodista, para quienes se hayan planteado ejercer el oficio algún día o simplemente para los que estén interesados en la moral utópica de los medios de comunicación. Así que, en conclusión esta obra es una magnífica ayuda para comprender que significa ser un buen periodista y por que debe ser bueno el periodista.